Ein herausforderndes Beispiel, wie revolutionäre Kultur im Dienst am Volke zu entwickeln ist:

https://www.facebook.com/AgrupacionLaVentolera/videos/578542056315342/

 

Folgender Bericht dazu wurde auf "El Pueblo" veröffentlicht, wir hoffen er ist bald in deutscher und englischer Sprache verfügbar:


Waiwén: voces de lucha al Sur de Chile
Gira “Hijas del Pueblo”: nueva obra de La Ventolera

Arte y cultura, edición n° 90 de Periódico El Pueblo (abril, 2020).

Por Agrupación La Ventolera.

*En portada: La Ventolera de gira a su paso por la Escuela Chiguaigue en el Wallmapu, Bajo Malleco. Imagen: Instagram @rodrigo_asecas.

Hacer arte al servicio del pueblo es el lema que hemos llevado a todos los lugares que ha estado La Ventolera. Y como agrupación, hemos querido impulsar un movimiento que no se queda solo en lo artístico, sino que en las acciones que promovemos: un arte fuera de los teatros, de los museos; un arte presente en la calle, con la organización popular, en conjunto a los y las obreras, pobladoras y campesinas, a quienes conforman el pueblo que lucha y resiste.

Esto nos ha hecho desplazarnos por distintos lugares. Nuestra ventolera, viento que mueve y ha revuelto algunas poblaciones organizadas, junto a tomas de terreno, en festivales autogestionados o apoyando las luchas de obreros y obreras, mujeres, profesores, estudiantes y también en la incansable lucha mapuche por la recuperación de tierras. Tanto Santiago como el sur de Chile han sido nuestros principales espectadores; en los rincones de la gran ciudad o en sedes vecinales, hemos podido llevar el arte al servicio del pueblo. De este pueblo que lucha.

Relatar luchas del pueblo ha sido nuestra forma de hacer arte. Desde la formación de la agrupación hemos buscado contar en danza, teatro y música en vivo; las angustias, rabias, penas y acciones de la gente.

La propia organización popular nos ha ayudado a preguntarnos cuáles son las luchas que queremos representar. Así, decidimos investigar para nuestra segunda obra, a mujeres que son símbolos de importantes luchas de su época y en las cuales destacaron por su entrega y decisión. Figuras femeninas no conocidas – o reconocidas – por la Historia oficialista, ya sea por el hecho de ser mujeres, o por estar del lado de los pobres, o por no ajustarse a los cánones establecidos para sus épocas y sociedades.

 


La Ventolera presentando su nueva obra Hijas del Pueblo. Imagen: Instagram @rodrigo_asecas.

En esta investigación conjunta llegamos a cuatro mujeres: Juana Azurduy, Olga Benario, Teresa Flores y Aracely Romo. Todas símbolos de distintas luchas donde se destaca la revolución en contra de las injusticias económicas, políticas y sociales de sus épocas. Y que también representan las luchas contra la doble opresión sufrida por las mujeres: la de clase y la de género.

Situadas desde el siglo XIX en adelante y en distintas regiones de Latinoamérica, estas cuatro mujeres fomentaron la movilización del pueblo desde diversas aristas: la lucha armada, la prensa y la organización obrera, y la lucha antifascista. Y, aún siendo anteriores a nuestras luchas, son movimientos que hasta el día de hoy poseen consignas similares, sino las mismas.

Con la experiencia de dos giras anteriores, sabíamos qué implicaba organizar a toda una agrupación, con todo el aparataje técnico, humano y logístico que eso conlleva. Ya a principios del 2019 nos fuimos preparando. Con uno de los cuadros, porque nuestra la obra se divide en cuadros independientes, ya en el bolsillo el de Aracely Romo, empezamos a trabajar a Teresa Flores. En paralelo, hicimos una peña de aniversario para celebrarnos y generar ingresos para la gira.

Afortunadamente todo marchó sobre ruedas: incorporaciones de nuevos compañeros y compañeras y presentaciones fructíferas que se movieron por el boca a boca y por las redes  sociales. Nuestra nueva obra y el camino hacia una gira por el sur de Chile nos tenían muy unidos. Una agrupación artística no se queda solo en la acción, sino en los lazos que pudimos generar y que hizo que todo fluyera. Para el segundo semestre, La Ventolera estaba devuelta en las calles.

La Revuelta Social de octubre nos puso más en las calles que nunca. Nuestras consignas y nuestro arte se sumó a las demandas de millones de personas. Sentimos que ese viento que por años quisimos que soplara, se fue dando en organización y arte al servicio del pueblo. Con esta fuerza partimos al Sur de Chile.

 


Imagen: Instagram @rodrigo_asecas.

La nueva obra, Hijas del Pueblo, estaba lista para estrenarse por completo. Tres cuadros de tres mujeres luchadoras de Latinoamérica: Juana Azurduy, mujer criolla de la Independencia del Alto Perú durante la Colonia que organizó y movilizó milicias de mujeres en contra del yugo español; Teresa Flores, la compañerita, símbolo de la lucha obrera en la pampa del salitre e incitadora de la “Huelga de las cocinas apagadas” y la prensa feminista; y Aracely Romo, joven militante del MIR, luchadora desde la clandestinidad durante los años de la Junta Militar Fascista. Todo esto acompañado de canciones de la música latinoamericana  y colaboraciones de artistas populares que han seguido y creído en nuestro proyecto, como es el caso de Sol Domínguez (Sol y Medianoche/Sol y Haín) y Daniela Meza (Las Pecadoras/La Pingarita).

Desde una arpillera -regalo de un integrante a la agrupación- los rostros de estas mujeres observaron una escuela rural de Chiguaigüe en el Bajo Malleco, una cancha vecinal en Angol, la Plaza de Armas de Collipulli, La Cajonera en Puerto Montt, la Estación de Trenes y la población Loma 6 en Puerto Varas. Todos lugares donde el afecto y el cariño de la gente fue el motor de las presentaciones, entrega incondicional para ayudarnos a llevar el arte para el pueblo que pertenecen y al cual también pertenecemos.

Y no solo fue el recibimiento, sino las reacciones durante y después de la obra. Sonrisas, abrazos, lágrimas y rabias de catarsis fueron las protagonistas. Desde la arpillera al viento de la organización, las mujeres se sentían identificadas con el pueblo; y el pueblo se sentía identificado con las mujeres, y por las luchas que hoy en día se siguen gestando.

Compartir con la gente fue fundamental. Los almuerzos, los hospedajes que nos brindaron; los momentos de recreación y los conversatorios de la lucha feminista; la posibilidad de llevar el arte al servicio del pueblo, que por años llevamos haciendo y que esperamos seguir entregando. Volvimos a Santiago con los corazones llenos de cariño y fuerza. Volvimos con el favor del viento sur, el Waiwén mapuche, para seguir soplando en la organización del pueblo, al son de nuestro grito de guerra: «¿La Ventolera dónde está? ¡En el Arte Popular!».