Publicamos aquí el texto de un discurso que nos fue enviado:

 

 

¡Proletarios de todos los países, uníos!

 

 

Discurso de la Redacción Editorial, Revista Klassenstandpunkt en la Actividad Político-Cultural para celebrar el 100º aniversario de la Insurrección de Hamburgo:

 

Sobre las conclusiones que debemos trazar de las lecciones de la Insurrección de Hamburgo para servir más y mejor a la lucha por la reconstitución del Partido Comunista de Alemania

Se mantuvieron tres días y tres noches. Atacaron, cayeron, se retiraron, pero no se rindieron. Salvaron el honor del Partido Comunista de Alemania. Fueron los combatientes de primera de la clase obrera alemana”

- Ernst Thälmann

Estimados camaradas,

Con gran alegría les saludamos a ustedes hoy en esta celebración internacionalista del 100º aniversario de la Insurrección de Hamburgo. Sin duda esta Actividad Político-Cultural, junto con la marcha que ocurrirá mañana, como culminación de una campaña que ha sido desarrollada en diferentes formas durante todo el año, es una celebración digna de un evento en la historia de la lucha de nuestra clase en este país, cuya importancia para nuestra actual práctica revolucionaria no debe ser subestimada.

El valiente e intrépido levantamiento de los mejores hijos e hijas del proletariado en Hamburgo hace cien años es un monumento en alabanza a la lucha armada como la única forma para nuestra clase de conquistar el poder político, derrocar la dictadura de la burguesía y establecer la Dictadura del Proletariado. Por tanto es un monumento para la revolución socialista y la gloriosa lucha para el Comunismo. Los valientes proletarios de Hamburgo que se alzaron en armas el 23 de octubre de 1923 lo hicieron bajo el liderazgo del Partido, el Partido Comunista de Alemania, la sección de la Internacional Comunista en este país, completa y totalmente conscientes y convencidos que ellos eran parte del ejército internacional de su clase y así que sus acciones combativas fueron llevadas a cabo como una parte inseparable de la confrontación mundial entre el proletariado internacional y las Naciones oprimidas por una parte, y los imperialistas y todos sus lacayos reaccionarios y revisionistas por la otra. No había ni una traza de duda en las mentes de los Combatientes Rojos de Hamburgo que su empresa era parte, y desarrollada al servicio de, la revolución proletaria mundial. Por tanto es un monumento para el Partido Comunista, la Internacional Comunista y el internacionalismo proletario.

Los líderes de la Insurrección de Hamburgo, entre ellos el más notorio camarada Ernst Thälmann, cumplió una directiva del Partido de encabezar el inicio de la Insurrección general del proletariado en Alemania, así como iniciar la guerra civil nacional revolucionaria. Fueron traicionados por los revisionistas y oportunistas dentro del Partido Comunista, falsos líderes y traidores, pero no vacilaron y mantuvieron la bandera Rojo sangre con la Hoz y el Martillo ondeando alto, incluso en el momento de la retirada. Los camaradas no perdieron su fe en el Partido y las Masas y guiados por la Internacional Comunista, bajo el liderazgo del camarada Stalin, posteriormente expulsaron a los Fariseos del Partido y el camarada Thälmann, el fiel soldado de la Internacional Comunista, se convirtió en el presidente del Partido Comunista de Alemania. Así, la Insurrección de Hamburgo también es un monumento a la lucha de la Línea Roja contra el revisionismo y el oportunismo, por el correcto método de la Izquierda para manejar la lucha de dos líneas dentro del Partido.

Camaradas,

Cuando hoy celebramos el aniversario de la Insurrección de Hamburgo, celebramos la lucha armada por el socialismo y el comunismo, el Partido Comunista, la Internacional Comunista, el internacionalismo proletario y la lucha despiadada lucha contra el revisionismo y el oportunismo.

¡Gloria a los Combatientes Rojos de Hamburgo quienes alzaron un monumento con sangre y plomo!

Incluso si nos regocijamos celebrando este monumento, no somos ni adoradores de ídolos ni nostálgicos sentimentalistas. Nuestra actitud hacia nuestra historia debe ser principalmente para aprender de ella y por tanto entender más, profundizar y mejorar las leyes del desarrollo de la sociedad, las leyes de la lucha de clases, para poder manejar ésta más sabiamente y con más eficacia, y así, avanzar en la senda de la revolución proletaria. Dicho de otra forma: aprendemos del pasado para estar mejor protegidos para solucionar los problemas del presente y del futuro.

El Partido Comunista de Alemania y la Internacional Comunista hicieron un análisis importante sobre la Insurrección de Hamburgo, precisa en este sentido. Estos documentos, particularmente el documento escrito por el camarada Thälmann publicado en el segundo aniversario del heroico Alzamiento, “Las lecciones de la Insurrección de Hamburgo”, debe ser estudiado y leído por cada comunista en formación y revolucionario en este país. Hoy, podemos decir que la principal lección, la falta de un Partido Comunista apto para liderar la lucha, fue correctamente definida: “Todas las condiciones para la victoria de la clase obrera estaban ahí, excepto una: la existencia de un claro, acorazado partido comunista, indudablemente unido a las amplias masas, determinado y capaz de organizar la lucha espontánea de las masas obreras, de liderarla… Nuestro partido en su conjunto todavía estaba muy inmaduro para prevenir estos errores de dirección. Así, en el otoño de 1923, la revolución falló por la falta de uno de sus más importantes pre-requisitos: la existencia de un partido Bolchevique.”1

El problema de la “inmadurez” del Partido es esencial para comprender, particularmente para aquellos, como nosotros, quienes luchan por su reconstitución. Cada Partido Comunista es una expresión de la siempre presente Ley de la Contradicción, debe pasar por un proceso de rupturas (con lo viejo y caduco), saltos (a lo nuevo y más avanzado) y así encontrarse en diferentes etapas, o momentos, de su desarrollo. Sin definir correctamente la etapa, o el momento, en el cuál se encuentra el Partido, o el proceso de su reconstitución, no puede haber una comprensión correcta de las tareas referente a la construcción ideológica, política y organizativa y, por tanto, no hay un correcto manejo de la lucha de dos líneas. Resumido: si el estado, o el momento, en el cuál el Partido se encuentra, no es correctamente comprendido, no puede haber una buena dirección del trabajo. La principal “inmadurez” del KPD en 1923 fue que estaba infestado de revisionistas y oportunistas, siendo Brandler el más prominente de estos elementos siniestros, el presidente del Partido en ese momento. Esto vino con el proceso de cómo el Partido fue fundado, incluyendo las limitaciones de los propios fundadores, y la “unificación” de diferentes estructuras organizativas – en otras ocasiones abordaremos el asunto mucho más.

Sin embargo, como maoístas, podemos decir en este punto que este hecho no es suficiente. El Partido no sólo debe ser “claro”, debe tener un profundo conocimiento de la ideología del proletariado internacional, hoy el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, con las aportaciones de validez universal del Presidente Gonzalo, esto es el Pensamiento Gonzalo, y, más importante, ser capaz de aplicarlo de forma creativa a las condiciones específicas de la realidad concreta en la que revolución que dirige se desarrolla. Podemos definitivamente decir que había una importante falta de ésto en nuestro Partido en los años 20 y 30 del siglo pasado. Más aún, la Teoría Militar completa del proletariado internacional, la Guerra Popular, estaba a punto de empezar a ser desarrollada por el Presidente Mao en China, así que, naturalmente, los comunistas en Alemania no pudieron usarla. Por eso, la falta en la aplicación creativa de nuestra ideología y la falta de una teoría militar completa, deben añadirse a las razones por las que la Insurrección de Hamburgo fue derrotada.

Así que para nosotros, hoy, los tres aspectos principales que llevaron a la derrota de la Insurrección de Hamburgo pueden ser resumidos en los siguientes: 1) la fata de un Partido Comunista “maduro” (eso es: suficiente desarrollo en los 6 aspectos de la construcción partidaria) para liderar la revolución; 2) la presencia de revisionistas y oportunistas en el nivel dirigente del Partido, y; 3) la falta de aplicación creativa de la ideología universal del proletariado internacional a las condiciones concretas de la revolución.

Camaradas,

No debemos nunca olvidar estas lecciones, porque, como dijo el camarada Thälmann: “El cruel precio que pagamos por ellos fue la muerte y el encarcelamiento de nuestros mejores. Y sin embargo, estos sacrificios valdrán cien veces más. No fueron sólo por la construcción de un partido Bolchevique en Alemania, sino por el futuro de toda la clase obrera.”2

Camaradas,

Aprender de las lecciones significa trazar conclusiones (el salto de la práctica a la teoría) y ponerlas en práctica, transformando la realidad (el salto de la teoría a la práctica). De las tres lecciones, trazamos así las siguientes tres conclusiones para guiar nuestra práctica actual.

- Necesitamos desarrollar la lucha para la reconstitución del Partido Comunista de Alemania desde la fase más inicial con la clara orientación estratégica de que lo que necesitamos es un Partido Comunista marxista-leninista-maoísta, principalmente maoísta, que enarbole, defienda y aplique las aportaciones del Presidente Gonzalo al desarrollo de ésta nuestra ideología universal. Un Partido Comunista militarizado, capaz de liderar la guerra revolucionaria del proletariado, aplicando la teoría militar completa para la clase, la Guerra Popular3, a las condiciones concretas de la revolución en este país. Debemos asir firmemente la directiva estratégica lanzada por el Presidente Mao de que antes del inicio de la guerra revolucionaria, todas las luchas deben buscar preparar la guerra, y tras su inicio todas las luchas deben servir al desarrollo de la guerra hasta la Conquista del Poder. Este es el único tipo de Partido que encaja con la realidad del estado actual del desarrollo histórico y político en la lucha entre revolución y contrarrevolución en el mundo – el único Partido que puede liderarnos a la victoria.

Hoy, estamos lejos de tener tal Partido militarizado y la militarización sólo puede ocurrir en medio de la lucha armada, y sólo estará completo como resultado del inicio de la Guerra Popular y primero, la reconstitución del Partido será posible para concluirla completamente. Pero, ya que Marx no bajará de los cielos y solucionará todo él mismo, nosotros, los comunistas en formación, tenemos que tomar la tarea nosotros mismos. Así, debemos tener un Plan Estratégico de Construcción, el cuál cubra los 6 aspectos de la construcción partidaria, que corresponden al estado actual, o al momento, de la lucha para la reconstitución, con objetivos claros a ser cumplidos. Los métodos primitivos de trabajo, mentalidad de círculos y primitivismo, que siempre acaban en oportunismo al sacrificar los intereses a largo plazo, vitales de la case por resultados inmediatos, deben ser purgados con fuego de nuestras filas. Aquellos quienes difunden ilusión sobre una fase pacífica, legal, de “Construcción del Partido” no son nada más que sinvergüenzas y charlatanes y deben ser denunciados y combatidos como tales. El simple hecho que el Partido Comunista de Alemania sea una “organización prohibida” (por el Estado imperialista) debería ser suficiente para probar a todo el mundo que la lucha por su reconstitución no puede ser un emprendimiento legal y nadie que tenga la mínima idea de historia de la lucha de clases en Alemania durante las últimas décadas, sabe que incluso la más pequeña oposición radical con el oren gobernante, si el Estado pone sus ojos sobre él, es “prohibido”, legalmente perseguido y los líderes enviados a prisión o incluso ejecutados extrajudicialmente. Si el Partido Comunista en este país no está construido con la guerra desde el inicio mismo – como lo dicho, siempre teniendo en cuenta los diferentes estados, o momentos, de su desarrollo – está condenado a la absoluta impotencia, irrelevancia o extinción física. Esto, camaradas es la primera conclusión que podemos trazar de las lecciones del Hamburgo Rojo.

- Nuestra segunda conclusión es que el Partido Comunista tiene unos fundamentos ideológicos inequívocos, debe basarse en los Once Principios Básicos del Marxismo, enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, y las aportaciones del Presidente Gonzalo para desarrollar nuestra ideología universal, y guiada por ésta, establecer líneas correctas para su construcción ideológica, política y organizativa. Resumiendo, el Partido, y en nuestro estado, o momento, actual de la lucha por su reconstitución, los comunistas en formación tomando esta tarea, deben ser liderados por la Línea Roja. El Partido Comunista no es un amalgama de los “izquierdistas más radicales”, una federación de grupos locales o una “unificación” de partes iguales (que por cierto es la teoría del “Yin y Yang” e incompatible con la idea materialista dialéctica). La posibilidad para tales figuras siniestras como Brandler o Ruth Fischer de alzarse a la dirección del KPD sólo existe desde que el Partido no estaba basado en una base inequívocamente marxista-leninista y esto, en efecto, fue el resultado de una “unificación” de diferentes estructuras orgánicas. El partido en este periodo era ideológicamente “diverso” y la Línea Roja no pudo sostener la dirección con un agarre firme.

Cuando hoy luchamos por la reconstitución del Partido Comunista sería un crimen permitir que la misma situación se repita. Cuando compañeros de otras estructuras se acercan a la vanguardia proletaria en formación con deseo de unirse, es una cosa buena, pero el correcto manejo no es negociar una “unificación”. Estos grupos, independientemente del tamaño u otras particularidades, quienes quieren formar parte de la vanguardia proletaria en formación, deben disolverse, centralizar todo su trabajo a su dirección y sus miembros aplicar individualmente para ser incorporados al trabajo, atravesando el periodo de candidato justo como cualquier otro militante. Por supuesto muchos “demostrados y distinguidos LÍDERES” no aprueban tales métodos y prefieren venir con cualquier posible pretexto para mantener su “propio grupo” intacto, que está bajo su liderazgo personal, pero aquellos quienes realizan tal actitud contra la vanguardia del proletariado en formación, precisamente en esta forma dan la prueba más evidente que no están guiados por el deseo de servir de todo corazón al pueblo, sino que son caciques, condottiere,cuyo único interés son sus propios intereses mezquinos de poder personal – sin embargo este método es muy apropiado para separar el trigo de la paja, impidiendo la entrada de elementos nocivos al Partido. ¿Si uno tiene la confianza en la vanguardia del proletariado en formación y quiere ser comunista, qué puede interponerse en el caminopara aplicar a la militancia y dejar que la dirección te coloque en una posición donde puedas servir al Partido y la Revolución? Para cualquier revolucionario sincero, la única respuesta sólo puede ser: ¡nada!

Todas las “unificaciones” de diferentes grupos en un Partido han resultado siempre en una serie de problemas. Incluso los más recientes bien conocidos ejemplos indican lo mismo: ponentes de alto nivel del mismo Partido, basados en la misma base unitaria formal, presentando posicionamientos diferentes sobre la cuestión de la vida y la muerte de la revolución proletaria mundial, mucho eclecticismo y pragmatismo, etc., problemas que en coyunturas decisivas causarán a la revolución mucho daño.

La Línea Roja, la más avanzada al servicio de los intereses estratégicos del proletariado, estrictamente sujeta al marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, y aplicando las aportaciones del Presidente Gonzalo, deben sostener la jefatura del Partido con un agarre de acero, nunca deben ser permitidos los elementos revisionistas y oportunistas en el Partido Comunista. Esto, camaradas, es la segunda conclusión que podemos trazar de las lecciones del Hamburgo Rojo.

- Una aplicación creativa de la ideología universal del proletariado internacional a las condiciones concretas de la revolución en este país es una necesidad indispensable para el triunfo de la causa proletaria. El marxismo es un posición, visión global y método proletario. Define las Leyes que gobiernan la lucha de clases, en el mundo entero y en cada país en particular. El Presidente Gonzalo -desarrollando las tesis fundamentales establecidas por el Presidente Mao, quien a su vez, por supuesto, se basó en los anteriores Clásicos precedentes a él – ha establecido los tres momentos de la revolución proletaria mundial, basados en un profundo conocimiento de la experiencia histórica de la restauración y contrarrestauración y mostró cómo estos han sido expresados y qué expresiones toman hoy, y definió, con inmensa visión de futuro, que estamos viviendo en el momento de Ofensiva Estratégica. Esto tiene profundas implicaciones en cómo debemos relacionarnos con la práctica histórica de los comunistas en este país. El marxismo nunca ha sido verdaderamente aplicado de forma creativa en Alemania en las condiciones de Ofensiva Estratégica de la revolución mundial. No hay aplicación histórica del maoísmo y de las contribuciones del Presidente Gonzalo por el Partido Comunista de Alemania en la que podamos basarnos. Excepto por pequeñas experiencias que puedan existir, actualmente desconocidas por nosotros, la única experiencia es la que nosotros hemos conseguido por nuestra cuenta hasta el momento, y esta experiencia es, por no decir otra cosa, muy limitada. Esto significa que tenemos una enorme cantidad de trabajo que hacer, un trabajo del que el progreso y, en perspectiva, la culminación exitosa de la revolución socialista depende. Así que debe hacerse y los comunistas en este país tienen que hacerlo, y lo harán. La aplicación creativa de nuestra ideología universal a nuestras condiciones concretas no nacerán de la mente de un predestinado e iluminado paladín, sino de un trabajo de muchos “pequeños teóricos”, como el Presidente Gonzalo escribió, esto es, el trabajo del Partido como tal, como vanguardia proletaria, y esto generará los líderes teóricos y prácticos que la revolución necesita, y entre ellos, tras un prolongado proceso de lucha, lo más importante en el liderazgo de la guerra revolucionaria, el jefe del Partido y la Revolución surgirá (una vez más la Ley de la Contradicción), basado en un pensamiento guía. Primero se puede establecer entonces una Línea Política General completamente correcta del Partido Comunista de Alemania, probada en teoría y práctica. Este es el futuro, pero un futuro que debe ser conquistado a través de la extensa y ardua brega la cuál ya hemos empezado. Todos los camaradas, los comunistas en formación en particular, deben esforzarse para desarrollarse en “pequeños teóricos”, para que de todos los pequeños torrentes de verdad, un poderoso atronador río de verdad proletaria pueda desplegarse. Por esto todos nosotros debemos ensalzar nuestro estudio, nuestro conocimiento del marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, y las aportaciones del Presidente Gonzalo en el desarrollo de la ideología universal, y sin miedo de cometer errores – pero por supuesto intentando evitarlos – poner un gran esfuerzo para aplicarlo en todas las situaciones en el cumplimiento de los planes establecidos. La cuestión central en la que enfocarse es en cómo solucionar todos los problemas, teniendo en mente que la cuestión de la línea militar, actualmente principalmente expresada en la que concebimos la construcción ideológica, política y organizativa en función al inicio de la lucha armada, debe ser el centro de nuestra atención, siendo la cuestión central de la revolución la conquista del poder a través de las armas por el proletariado. De esta forma aprenderemos cómo aplicar correctamente la teoría militar del proletariado internacional, la Guerra Popular, a las condiciones concretas.

Debemos avanzar audazmente en aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, y las contribuciones del Presidente Gonzalo al desarrollo de nuestra ideología universal, esforzándonos para poner cimientos sólidos para el desarrollo de la correcta Línea Política General del Partido. Esto, camaradas, es la tercera conclusión que podemos trazar de las lecciones del Hamburgo Rojo.

Camaradas,

Todos los comunistas en formación debemos adherirnos estrictamente al gran principio de construcción y así basándonos en nuestros cimientos ideológicos y políticos, construir nuestras estructuras organizacional en medio de la lucha de clases y la lucha de dos líneas, todo en función de la lucha armada para la conquista del poder del proletariado. Esto ha sido, es y tiene que ser, nuestro enfoque sobre cómo avanzar en la forja de los aparatos que sirven a la lucha por la reconstitución del Partido Comunista de Alemania como una máquina de guerra. Así, cuando hoy nos posicionamos en medio de la tormenta de la lucha de clases y luchamos cara a cara de forma despiadada contra los revisionistas y oportunistas, quienes sirven al plan contrarrevolucionario del Estado imperialista el cuál busca separar la vanguardia proletaria en formación de las Masas, estamos haciendo lo correcto. En la lucha contra el revisionismo y el oportunismo debemos insistir en nuestra línea de ir hacia las masas hondas y profundas para movilizarlas, politizarlas y organizarlas (con la perspectiva de armarlas), avanzando en la necesaria organización científica de la pobreza, como nos enseña el Presidente Gonzalo. Los revisionistas y oportunistas, los falsos líderes y traidores del movimiento revolucionario, no son nada más que espantapájaros que serán quemados hasta las cenizas por el fuego del odio de clase de las Masas.

La agudización de las contradicciones básicas en el mundo es indudable, incluso los heraldos negros de la Burguesía deben admitir que estamos viviendo en tiempos de guerra. La guerra imperialista rusa de agresión contra Ucrania, los levantamientos de verano del proletariado en Francia y la heroica lucha del Pueblo de Palestina contra la genocida campaña del Estado de Israel, guiada por los imperialistas yanquis, son tres eventos que están teniendo un gran impacto en la lucha entre revolución y contrarrevolución en el mundo, el primer y tercer caso siendo principalmente expresiones de la agudización de la principal contradicción en el mundo – entre imperialismo y las naciones oprimidas – y el segundo caso una expresión de la agudización de la contradicción – en los países imperialistas – entre la burguesía y el proletariado. Las repercusiones de estos eventos en la lucha de clases en el país son evidentes, más notorios hoy cuando los imperialistas alemanes atacan brutalmente todas las expresiones de solidaridad con la lucha del Pueblo palestino y con ello continúan el violento ataque sobre los derechos democráticos más fundamentales – el derecho a asamblea y el derecho de asociación – directamente en línea con el salto en la reaccionarización que inició con el Estado de Emergencia (bajo el pretexto de luchar contra la pandemia de la Covid-19). Esto muestra, una vez más, cómo la lucha de clases en el país está indudablemente ligada a la lucha de clases internacional, y esto será incluso mayor en el futuro. Cada perspectiva que no parta de una comprensión de que nuestra clase es una e internacional y que sólo la forma de su lucha es nacional, no es nada más que chovinismo. El internacionalismo proletario es el verdadero espíritu del comunismo, como exactamente lo definió el Presidente Mao. En este sentido, es perfectamente bueno que cuando nosotros mañana, en las mismas calles que los Combatientes Rojos de 1923, ondeemos nuestras banderas rojas con la hoz y el martillo al mismo tiempo que se levante alta la bandera del Movimiento de Resistencia Nacional de Palestina. Los comunistas y las masas revolucionarias se alzaron el 23 de octubre de 1923 en nombre del Partido Comunista de Alemania, como una sección de la Internacional Comunista, sirviendo a la revolución mundial, llenos de optimismo y ambición proletaria. Mañana, exactamente 100 años después, haremos lo mismo y los héroes caídos marcharán con nosotros.

 

 

¡Hamburgo Rojo es invencible!

¡Viva el Partido Comunista de Alemania y la Internacional Comunista!

¡Viva la vanguardia Proletaria en formación y la Liga Comunista Internacional!

¡Abajo el revisionismo y oportunismo!

¡Avanzar en la lucha por la reconstitución del Partido Comunista de Alemania!

 

 

Redacción editorial, Revista Klassenstandpunkt

Octubre de 2023

 

 

1Ernst Thälmann - Die Lehren des Hamburger Aufstandes

2ibid

3A día de hoy, varios documentos y artículos existentes que muestran cómo los principios de la Guerra Popular son válidos en todo tipo de países -ya sean imperialistas u oprimidos.

El documento “Guerra Popular y Revolución” escrito por los camaradas brasileños, artículos de los camaradas noruegos e incluso una contribución nuestra, sólo para mencionar algunos de los que consideramos las publicaciones recientes más importantes. Por supuesto, todos estos documentos y artículos, pueden (y en el caso de nuestro texto, deben) ser más desarrollados, más ilustrativos y dar más ejemplos, y más, pero aquellos que han estudiado las obras del Presidente Mao y del Partido Comunista de China bien, las definiciones hechas por el Presidente Gonzalo sobre la Guerra Popular siendo la estrategia militar del proletariado internacional, siendo aplicable a las condiciones de todos los países, son, de todos modos perfectamente entendibles.