El sábado 15 de agosto se reunieron en Bremen alrededor de unas 250 personas para perdir justicia para Mohamed I. Disparado por la policía en el barrio obrero de Gröpelingen. La manifestación el pasado sábado fue la segunda desde el día en el que Mohamed I. fue asesinado. Todavía el Estado y sus maderos niegan que fue un asesinato e intentan enterrar este crimen. Los familiares de Mohamed exigen la verdad, Desde Ziegenmarkt, en el barrio de Steintor donde controles policiales y vejaciones son el dia a día de la gente de piel oscura se marchó hacia el Ministerio del Interior donde se dirigieron discursos directamente al ministro del Interior Ullrich Mäurer (del Partido Socialdemócrata de Alemania) el cual está subordinado a la policía.
La manifestación, así como la primera, tuvo una expresión combativa y se dirigió enérgicamente contra la policía. Se resaltó varias veces que la ejecución de Mohamed no fue simplemente un trágico accidente, sino que no fue otra cosa que un asesinato. Uno de los entretanto 163 asesinatos de la policia a obreros, inmigrantes, refugiados, personas con problemas psíquicos. Asesinatos chovinistas que son un ataque a la clase trabajadora y a los pueblos del mundo. Este asesinato no se hubiese dado así en la vida en un barrio pijo. Toda su vejación y su agresión se dirige contra los trabajadores, en lo fundamental contra los trabajadores inmigrantes. Contra los más explotados y oprimidos, las masas mas profundas y más amplias. Los revolucionarios y todas las fuerzas progresistas se tienen que contraponer a ello, pero no con la esperanza de que el Estado cambiará y en algún momento servirá a las masas, pues esto es pura ilusión.